Es la interrupción de la respiración por 15 segundos o más en un bebé de término completo y de 20 segundos o más en un bebé prematuro. Si no se trata y controla, la apnea podría llegar a producir enfermedades serias y de compleja solución.
Comúnmente se relaciona a los episodios de apnea con un temor a muerte súbita. Esto no está errado, sin embargo, la muerte súbita puede ser provocada por un nivel extremo de apnea. El síndrome de muerte súbita podría ocurrir en un episodio donde la respiración del bebé no esté presente por un tiempo prolongado, pudiendo provocar un paro Cardiorrespiratorio.
La apnea normalmente se supera con el desarrollo del bebé, y con el adecuado tratamiento de la enfermedad que la esté desencadenando. Ahora bien, si no existe enfermedad ni causa aparente, se recomienda monitorizar al bebé en el hospital y/o en el hogar. El monitor de apneas es un dispositivo que avisa mediante una alarma cuando el bebé realiza una apnea.
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