Quiero agradecer profundamente a Vero por su atención tan humana y empática. Desde la primera consulta me sentí escuchada y respetada en cada decisión sobre mi salud. No me juzgó por mis miedos ni por mis elecciones personales, y me ofreció alternativas y orientación claras. Me explicó con paciencia, me enseñó a conocer mi cuerpo y me entregó la confianza que había perdido en otras experiencias médicas. Recomiendo su atención a cualquier mujer que busque un espacio seguro, sin prejuicios y con verdadero compromiso por el bienestar de sus pacientes.